Funcionarios Públicos sin títulos habilitantes ocupan cargos en Seguridad Vial. Argentina

Hoy, si me permiten, voy a referirme a un tema que conozco desde 1976. 
Año que decidì involucrarme en Educaciòn Cultura y Seguridad Vial.
Me iniciè en una de las màs antiguas Escuelas de Choferes, ubicada en Parque Centenario de la Ciudad de Buenos Aires (ex municipalidad).
En un par de meses ya me habìan instruido los dueños y adminsitradores de esa academia y en forma clara: Ud no es docente. Ud desde ahora es empleado de comercio. Su deber es vender cursos y eso aumentarà sus haberes. En poco tiempo, vendìa con la alegria de incrementar mis haberes. Asì hasta que escalè a Gerente de Ventas. Cumplìa ampliamente mi objetivo laboral.
Hasta que por iniciativa de un Profesional Mèdico de un Hospital cercano que iniciò un taller experimental con varios intructores voluntarios que trajàbamos en el parque (circular) por aquellos años de 1977 y consistìa ayudar a movilizarse a personas discapacitadas en sus propios automotores. Casi una utopìa. Luego de un par de intentos la mayorìa de los instructores abandonaron y me dejaron sòlo. Esto posiblemente porque yo era el màs joven e inexperto. La cuestiòn fuè que empecè a obtener algunos avances en el desarrollo de habilidades y tambièn en el estado de ànimo de los aspirantes a conductores. Esto ya fuè motivo para que profesionales de la salud mental se hicieran presentes (en el asiento posterior) durantes las clases pràcticas. Si el lector me acompaña en la composiciòn de lugar, todas las arterias del Parque Centenario terminaban en Av Acoyte o Av Angel Gallardo o Av Dìaz Vèles. De tal mforma que al llegar a las avenidas citadas y sin "doble comando" pues los automotores eran adaptados para las condiciones de esos pacientes, yo sentìa una corriente de adrenalina mexclada con miedo e incertidumbre que atinaba a lograr la detenciòn de la marcha y de inmediato a la reversa (marcha atras) y a dar vueltas por el parque. Pero ahì los profesionales descubrieron que los aprendices evolucionaban y con elevada auto estima. Es decir el ejercicio encontrado por casualidad ante un punto de conflicto como son los cruces de arterias, provocaba internalizaciòn con posterior desarrollo de nuevos hàbitos de manejo. Finalmente y a instancias de los profesionales mèdicos, logrè registrar y certificar el mètodo que con èxito desde 1982 a la fecha desarrollè en San Fernando, San Isidro y Tigre. Naturalmente que con capacitaciòn pedagògica y acadèmica el mètodo se perfeccionò y se pudo consagrar el objetivo docente. Aprender a conducir, implica modificar pautas de conductas.
El proceso no es fàcil pero el desarrollo de un programa pràctico y teòrico impartido con este formato pedagògico permite alcanzar el objetivo final: incorporar hàbitos y costumbres de manejo. 
Este relato es para transmitir cómo fué creciendo mi consideración por la Seguridad Vial en Argentina.
Ahora paso a la crítica constructiva:
Por qué los cargos públicos en todas las funciones relacionadas con la Vía Pública, son ocupados por individuos sin formación académica? 
El funcionario público con cargo de Secretario o Director de Tránsito y Seguridad Vial debe ser una persona con formación profesional imprescindible. En mi opinión.
Los ejemplos de una desidia transversal en estos casos, es tan evidente como lamentable y hasta intolerable. 
Listado: Falta de Planificación Vial (ordenamiento vial, jerarquías de arterias, señalización vertical y horizontal, exceso de reductores de velocidad, casillas de vigilancia particular que impiden la visial, reductores colocados en arterias con prioridad de paso respeto a la transversal, semaforización contraria a la fluidez del movimiento vehicular, iros a la izquierda en arterias de doble mano desde el carril más rápido en vez de hacerlo desde el de la derecha que es el carril de detención, ascenso y descenso de pasajeros, de estacionamiento, de giro, etc, etc), desconocimiento e incuplimiento en la apliacación de la Ley Nacional de Tránsito. Licencias otorgadas sin verificar los conocimientos prácticos y teóricos de los ciudadanos. Direcciones de Licencias sospechadas de altísima corrupción, conocidas por sus Intendentes, Consejales, Legisladores y Gobernadores Desconsideración por el público usuario que no sólo aporta con el pago regular de sus impuestos. Inmoralidad generalizada en funcionarios que NO son servidores públicos. Muy por el contrario, se sienten "dueños" del Estado. 
Inmoralidad, corrupción generalizada y ausencia en la formación profesional y moral hacen de la función pública una involución que sólo se puede esperar fracasos que terminan con la vida de miles de usuarios cada año. Los SINIESTROS VIALES en Argentina es un tema inmoral. 
Por todo esto, entiendo que el comportamiento social en la Vía Públcia es el muestrario más claro de una sociedad que dejó la cultura y la percepción de riesgo totalmente abandonados. 
Por todo lo expuesto siento que la humillación ya es intolerable para cualquier ciudadano normal.
Esto lo quería compartir con Ustedes.
Gracias. 
Agustin Rodolfo DE LA PRECILLA
Tal vez el Instructor, Educador, Analista y Planificador vial universitario más antiguo de Argentina.


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